Happy
La felicidad es algo de lo que hablamos a diario. Un deseo
en comĂșn que todos tenemos por naturaleza; un estado de paz que hace que la
vida valga la pena.
La mayorĂa de las veces nos equivocamos buscĂĄndola, creyendo
que esta en la ropa, en los autos o en las casas que no tenemos. Creemos que
esta en el dinero y que si trabajamos demĂĄs la alcanzaremos.
Pero hoy me doy cuenta que no es asĂ. La felicidad viene de
adentro, esta no debe residir en bienes materiales, que nos entretienen por
ratos y luego de nuevo estamos tristes.
¿QuĂ© es la felicidad?, para un padre de familia en la India
es ver a su hijo sonreĂr cuando llega, tener una casa que le permite respirar
aire puro y ver las estrellas, compartir con muchas personas a su alrededor y
viajar de un lado a otro. Aunque desde afuera se vea como un hombre pobre que
procrea hijos sin tener como darles una buena vida, que vive en un rancho con
goteras en el techo, en un vecindario donde un rancho esta encima de otro y
trabaja como mula de carga transportando turistas.
La felicidad es un estado de la mente que para alcanzarlo se
debe tener equilibrio, como para caminar
en una cuerda. Esta estĂĄ en compartir con los demĂĄs: En unas olimpiadas paralĂmpicas
habĂa una niña de 14 años ciega, su entusiasmo por correr era asombroso, le
encantaba hacerlo. El dĂa de su competencia la niña corriĂł como nunca, guiada
por la voz de su entrenador que la esperaba en la meta; cuando ya faltaba poco
para llegar a esta, su entrenador se lo hizo saber a gritos, emocionado por la
victoria de su pupila, quien volteĂĄndose empezĂł a animar a sus compañeros: ¡corran
mĂĄs duro corran que si se puede! estirĂł sus manos las cuales entraron en
contacto con las manos de los otros que corrĂan y todos los niños se agarraron
de sus manos cruzando la meta juntos. ¿Por quĂ© queremos siempre volar dejando a
los demĂĄs abajo? ¿Por quĂ© queremos ser siempre los elegidos, los especiales, cuando
podemos compartir triunfos? Compartir: ahĂ reside la felicidad.
En Okinawa JapĂłn, existe el mayor nĂșmero de personas con
edades mås allå de los 100 años. Tienen håbitos como reunirse a las 6 de la
tarde en un centro construido especialmente para hablar, compartir lo que ha
ocurrido en su dĂa. Son personas trabajadoras, sin grandes riquezas pero con un
gran equilibrio en sus vidas.
Quita la venda de tus ojos y mira donde estĂĄ la felicidad y
donde estĂĄs tĂș, ¿estĂĄn cerca? comparte, ayuda al prĂłjimo como Dios ha mandado. Porque
allĂ es que reside la verdadera felicidad. No en el dinero, aunque estemos tan
seguros de lo contrario, sé que llegarå el momento en el que veas la realidad y
espero ese momento sea ahora.
RĂe, vive, comparte y agradece por todo lo que tienes,
porque de eso se trata vivir.
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