Para los infelices por la soledad

El 14 de febrero fue un día triste para mí; no por lo que significa la fecha sino porque casualmente ese día mis emociones se antojaron en revolverse todas, formando una guerra dentro de mí. No sé si les pasa pero yo vivía en una montaña rusa emocional que ahora es menos frecuente pero igual siempre tengo mis bajas, lo que no me permite vivir mi presente feliz y agradecido.

El sábado fue un día de quejarme y de hacer hincapié en lo que me faltaba, según mi errada opinión, para ser feliz. Gracias a mis amigas entendí, o más bien recordé, que la felicidad no depende de nadie más que de ti mismo, no hay un algo o un alguien que te de la paz que solo tú puedes crear dentro de ti y la puedes crear agradeciendo con Dios por cada cosa que tienes, y porque tienes los recursos para alcanzar lo que no.

Es un común error el pensar que cuando estemos con alguien al lado seremos felices; nos confundimos creyendo que el otro nos dará todo lo que nos hace falta, olvidamos amarnos a nosotros mismos. Si nos despreciamos nadie nos amará gente.

Tu pareja puede que sea un complemento, un cómplice y hasta tu mitad…pero jamás permitas que esa persona lo sea todo para ti, porque tú ya eres alguien, ya eres un todo.

Si tienes a alguien a tu lado disfrútalo, valóralo y vívelo a plenitud; si no, no desesperes: Valora tu compañía, enfócate en tus metas personales y deja que esa persona especial para ti llegue sola, no desees algo solo porque todo el mundo lo tiene.

Para aprender esto, tuve que llorar, y patalear bastante porque la inconformidad me tomaba, pero como me dijo una amiga: “tú debes llorar lo que lloras y sufrir lo que sufres para que madures y así valores a esa persona que será tu pareja”. Todo pasa por algo y todo tiene su lado positivo y su lado negativo.

A lo mejor y no has llorado lo que debes, o ya lo hiciste y sigues dando vueltas en ello, hoy te digo: se feliz; ríe, vive, respira, inspírate prosigue a caminar ese camino que Dios laboro para ti, sin pensamientos negativos que te nublen la vista.