El positivismo y la realidad diaria

Vivir en estos días apocalípticos se nos ha hecho una gran carga a todos, sobre todo para los jóvenes. El graduarte y ver la realidad del campo laboral es triste, luego que hiciste todo ese esfuerzo estudiando.  Así pensaba yo, hasta que un día dejé de hacerlo; por el simple hecho de que fijándome en aquello negativo que me rodea no me llevara a ningún lado. Partiendo de que la vida es una y de que cada momento que en ella vivas es único, elegí llenarlos de positivismo. Porque eso está en nuestras manos.
Sé que es un poco difícil, pero todo se trata de ser constante; si, hasta en tu forma de pensar. Cuando estés en la parada esperando el autobús bajo el fuerte sol de la ciudad, dale gracias a Dios por ese día de vida que te dio, y si no eres fan de Dios entonces agradece al destino, o a quien tú quieras, pero mira aquello que tienes a tu favor: tu salud, tu juventud, tu determinación, tus sueños, metas y tus seres queridos que están ahí para ti.
Si no tienes mayonesa o margarina en la lacena de tu casa, da gracias a Dios porque estos alimentos no aportan muchas cosas buenas al organismo. No estoy diciendo que así solucionaremos la economía del país y que todo será color de rosas, pero tendrás paz en tu vida.
Independientemente de cual sea tu norte, si irte o quedarte en el país, da siempre lo mejor de ti no te vuelvas una fuente por la cual brotan puras quejas. Todos en el mundo pasamos por pruebas, unas más difíciles que otras, pero esto si lo ven es bueno porque te hace fuerte y te hace madurar.  
Pana, que nada te detenga de luchar por lo que quieres, enfócate y dalo todo por esas metas y siempre con la mejor de las actitudes.

Recuerda que lo importante no es siempre mantener el vuelo, si no saberte elevar de nuevo.



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